Si miramos a nuestro alrededor, vemos señales de vida por todas partes. La primavera es esa temporada del año en la que vemos que la naturaleza crece y florece a medida que el ciclo de vida continúa su curso.

De la misma forma, Dios nos invita a experimentar este mismo florecer y crecimiento en todos los aspectos de nuestra vida.  Si nuestra vida espiritual ha estado adormecida, ahora es el momento de darle nueva vida y fuerza.

Crecer juntos como pareja

Si nuestras relaciones han estado detenidas debido a la rutina, la falta de enriquecimiento o simplemente por aburrimiento, ahora es el momento de hacer algo al respecto.  ¿Qué hacemos cuando vemos que una planta no está creciendo? ¿Qué hacemos con un árbol que no produce frutos? ¡Hay muchas cosas que podemos hacer!

  • Podemos escarbar la tierra alrededor de la planta y dejar que el oxígeno enriquezca el terreno trayendo nueva vida a la planta.  ¡En nuestra relación, podemos hacer lo mismo! Miren detenidamente a su alrededor y vean cuál es su sistema de apoyo.  ¿Quién o quiénes apoyan su relación? ¿Amigos? ¿Familiares? ¿la Iglesia? comuníquense con ellos y pongan una hora para reunirse y hablar sobre cómo va la relación. Verán que pronto comenzarán a experimentar un nuevo ‘oxígeno’ y una nueva vida en su relación.
  • Cuando una planta se ve triste y marchita, le podemos agregar fertilizante, que es como una comida extra que le dará a la planta una nueva vida.  Lo mismo puede suceder en nuestra relación. A veces nos sentimos tristes porque sentimos que nuestra relación está muriendo.  Hay cosas que podemos hacer para darle a nuestra relación esa comida extra que necesita para florecer otra vez. Usted y su pareja deben determinar qué es lo que su relación necesita: ¿es consejería matrimonial? ¿es un retiro para parejas? ¿más citas? ¿Qué es lo que usted y su pareja necesitan en su relación? Recuerden dar a su relación la comida que necesita para florecer.
  • Algunas plantas y árboles necesitan ser podados para redirigir los brotes nuevos. En nuestra relación, hay momentos en los cuales también es necesario cortar lo que no es saludable para la relación.  Este es el momento en el que debemos mirar a nuestras relaciones, apegos, malos hábitos, o incluso intereses que pueden no ser beneficiosos para la relación.  Es hora de cortar con todo lo que no esté ayudando a nuestra relación a crecer y florecer.

Dios es la fuente de la vida

“Señor, déjala un año más y mientras tanto cavaré alrededor y le echaré abono. Puede ser que así de fruto…”  Lucas 13, 8-9.

Dios realmente quiere que florezcamos, tanto individualmente como en pareja.  La mejor forma de hacer esto es mantenernos unidos a Él, quien es la fuente de la vida eterna.  Él también es el agua viva (Juan 7, 37-39) que nuestra relación necesita para continuar prosperando y floreciendo.

Es en Él y en la Eucaristía que encontramos la fuente y la cumbre de la vida eterna que necesitamos para cumplir con nuestra misión como pareja matrimonial.  Respondamos a su invitación a seguir creciendo juntos como pareja.

¡Que tengan una feliz primavera!
La Cuaresma es un tiempo de preparación para la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.  La Iglesia ha establecido este tiempo como un período de oración, ayuno y obras de caridad para que podamos estar espiritualmente preparados para celebrar la resurrección de Nuestro Señor.
Este tiempo de preparación dura 40 días. El numero 40 es usado en la Biblia varias veces como una forma de preparación para algo más que va a venir: en la historia del diluvio llovió durante 40 días (Genesis 7, 4-12); Moisés estuvo en la montaña por 40 días y 40 noches (Éxodo 34, 28); el pueblo de Israel peregrinó por el desierto por 40 años (Josué 5,6) y Jesús pasó 40 días en el desierto antes de comenzar su ministerio público (Mateo 4, 1-2).

Cuaresma y las parejas de comprometidos

Si están comprometidos para casarse, la Cuaresma es un muy buen tiempo para orar y reflexionar y también un tiempo de preparación.
Debido a que la Cuaresma es un tiempo de preparación para la Pascua, también es una invitación para usted y su novio (a) para que se prepararen para la celebración del Sacramento del Matrimonio.  Esta preparación puede tomar diferentes formas: pueden asistir a un retiro organizado por su diócesis o parroquia, pueden asistir a clases de preparación matrimonial ya sea en grupo o uno a uno con una pareja de padrinos y también pueden tomar estas clases online aquí. Todas estas opciones son aprobadas por la Iglesia y están disponibles para ustedes.

Cuaresma y las parejas casadas

Si recientemente se han casado en la Iglesia Católica y están comenzando a construir su propia familia y sus propias tradiciones familiares, la Cuaresma es un muy buen momento para establecer algunas prácticas que son espiritualmente importantes para ustedes dos.
Comiencen por compartir cómo cada una de sus familias de origen se preparaban para la Pascua durante este tiempo de Cuaresma. ¿Asistían juntos a los servicios de reconciliación como familia? ¿Hacían algo especial para ayunar y para dar limosna a los más necesitados?  Una vez que hayan compartido estas historias, establezcan sus propias tradiciones cuaresmales. ¿Qué quieren hacer durante la Cuaresma ahora que están casados?  Asegúrense de incluir tiempo para la oración, tanto individualmente como en pareja, y también tiempo para hacer ayuno y para hacer obras de caridad.

Cuaresma y familia

La Cuaresma les da a las familias una muy buena oportunidad de reunirse para la oración y para reflexionar en las cosas que queremos cambiar. Es importante destacar los aspectos de perdón, reconciliación, y aceptación de unos con otros en la familia. La oración familiar antes de las comidas es un tiempo especial para expresar nuestro agradecimiento por lo que tenemos y pedirle a Dios que nos ayude a estar conscientes de los que son menos afortunados.  La oración de la noche también es un buen momento para detenernos y reflexionar en lo que hemos hecho mal y pensar en quiénes hemos ofendido durante el día.
Practicar las obras corporales de misericordia como familia también es una buena práctica de Cuaresma, dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar a los enfermos, son todas actividades que la familia completa puede practicar.
La Cuaresma es una invitación para todos nosotros para que cambiemos nuestro comportamiento (conversión) y comenzar una nueva vida con el Señor Resucitado en la Pascua.  Hagamos buen uso de estos 40 días y realmente hagamos un cambio en nuestras vidas y en las vidas de aquellos a nuestro alrededor.
Muchas bendiciones en este Tiempo de Cuaresma

Si ustedes son una pareja de recién casados, felicidades en su matrimonio,  ¡este artículo en nuestro blog es para ustedes! Si ya han estado casados por algún tiempo, este tema también es de interés para ustedes, ¡sigan leyendo!

Las fiestas de fin de año representan un gran desafío para los matrimonios y la vida familiar.  Todos disfrutamos reunirnos con la familia y los amigos y pasar tiempo con ellos.  Pero ¿qué sucede cuando la familia extendida por los dos lados espera que pasen la Navidad o el Año Nuevo con ellos? ¿Lo pasan con la familia de él? ¿Lo pasan con la familia de ella? ¿O quieren comenzar sus propias tradiciones  como una nueva familia?

Todas estas preguntas son muy válidas y todas las parejas de recién casados deben contestar a ellas en algún momento.  Lo más importante es saber que no hay respuestas perfectas. Como en muchos otros temas, cuando se trata de decidir donde pasar las fiestas de fin de año, lo más importante es el diálogo entre usted y su esposo (a).  Por lo tanto aquí les presentamos algunos aspectos que pueden considerar al tener esta conversación.

La Familia de Origen

Recuerden el segmento Familia de Origen en su preparación matrimonial y recuerden que ustedes dos vienen de diferentes familias con diferentes tradiciones.  Una no es mejor que la otra, son diferentes y hay un gran valor en las dos.  Tomen un tiempo para compartir sus propias tradiciones sobre las fiestas de fin de año cuando ustedes estaban creciendo.

Tradiciones Antiguas vs. Nuevas Tradiciones

Después de hablar y compartir sus propias experiencias y tradiciones de sus propias familias de origen, tengan un diálogo abierto y honesto sobre su propia familia, la familia que ustedes han formado: ¿quieren comenzar nuevas tradiciones juntos? o ¿quieren ser parte de las tradiciones de sus familias de origen? Recuerden que no hay respuestas correctas e incorrectas a esta pregunta, ¡solo respuestas honestas!

Negociar, encontrar el punto medio o el terreno común

¿Qué pasaría si los dos quieren pasar la Navidad con sus padres y hermanos? ¿Qué pasaría si recibieran invitaciones para pasar el Año Nuevo con los dos lados de la familia? ¿Qué harían? ¿Dónde irían?  Este es el momento para negociar, momento de encontrar el punto medio, tiempo de dar algo para ganar algo.  ¿Recuerdan ese segmento de la preparación matrimonial que habla sobre la “Resolución de Problemas”?, bueno, ahora es el momento de ponerlo en práctica.  Utilicen las herramientas aprendidas para poder expresar lo que cada uno quiere, escuchen lo que su esposo (a) quiere, y luego JUNTOS encuentren el punto medio.  Lo que más importa aquí no es el resultado, sino el proceso, el diálogo, el amor y el entendimiento que utilicen.  Encuentren su propia solución, la alternativa que va a funcionar para su matrimonio.  PRIMERO PIENSE EN LO QUE HARÁ FELIZ A SU ESPOSO (A), y luego piense en la familia extendida y en los amigos.

Asistir a una celebración de fin de año con la familia extendida es muy divertido, pero asistir a cualquier celebración “Juntos-Como-Uno” es lo que Dios realmente quiere de ustedes.  ¿Serán las fiestas de fin de año lo mismo que cuando ustedes estaban creciendo? ¡NO! Serán aún mejor ahora que ya han formado su propia familia.  Disfruten de estas fiestas de fin de año, que tengan una bendecida Navidad y un Nuevo Año lleno de la gracia de Dios.

De sus amigos en The Marriage Group.